viernes, 11 de mayo de 2007

Sobre la teatralidad


Respecto del concepto de teatralidad

Dentro de mi búsqueda por definir el concepto de verdad escénica, en la danza y el teatro particularmente, surgió la inquietud de definir su opuesto. Vino así a mi mente la palabra teatralidad, a la cual prejuiciosamente atribuía los significados de artificio y falsedad. Decidí, por lo
tanto, recurrir a la literatura.
María Celeste Domínguez* señala en su artículo La teatralidad en nuestras culturas aborígenes, que para Féral, profesora titular en la Escuela Superior de teatro de la Universidad de Québec en Montreal, "la teatralidad implica un sujeto que mira y un objeto mirado y supone que el objeto - lo mirado- es concebido como ficción por el sujeto mirante -el espectador-. Es un fenómeno en un acto de representación, se requiere, no sólo del sujeto espectador, sino que este sujeto entienda el objeto mirado como ficción, representación". Esto inclinaba la balanza hacia la idea de teatralidad como un opuesto de la verdad escénica. Sin embargo, la definición ofrecida por el Diccionario de teatro de Patrice Pavis complejizaba y enriquecía el significado del término. Él menciona que para Barthes, escritor y semiólogo francés, la teatralidad es " el teatro menos el texto, es una espesura de signos y de sensaciones que se edifica sobre el escenario a partir del argumento escrito, es una especie de percepción ecuménica de loa artificios sensuales, gestos, tonos, distancias, sustancias, luces, que sumege al texto bajo la plenitud de su lenguaje exterior." Señala también Pavis, analizando el teatro teatral de Meyerhold, director teatral, actor y teórico ruso, que "resulta teatral un texto que no puede prescindir de la representación y que, por lo tanto, no tiene indicaciones lúdicas o espaciotemporales autosuficientes". Por último, menciona la ambiguedad del término teatral "unas veces significa que es la ilusión es total, y otras, por el contrario, que la representación es demasiado artificial y nos recuerda constamente que estamos en el teatro cuando, en cambio, desearíamos vernos transportados a otro mundo, más real que el nuestro."

T
ras este breve análisis puedo concluir, citando a Pavis, que " Sólo es posible (dada la plétora de sus diversos usos) poner de manifiesto algunas asociaciones de ideas desencadenadas por el término teatralidad.". Por lo mismo, me es incoveniente, y de díficil fundamentación, intentar contraponer la teatralidad como un opuesto a la verdad escénica, aunque pudiese intentarlo tomando algunos matices del significado del término.

*Licenciada. Realiza Maestría en Estudios Latinoamericanos.

Referencias:
  1. Diccionario del Teatro, Patrice Pavis. Paidos. páginas 434, 435.
  2. La teatrlidad en nuestras culturas aborígenes. En http://dramateatro.fundacite.arg.gov.ve/ensayos/n_0004/la_teatralidad_en_nuestras_culturas.htm
Imagen:

Fotografía modificada con Photoshop a partir de http://es.geocities.com/gtanunciata/mascaras.jpg

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece un buen trabajo para el conocimiento de los lectores de la red sigan adelante