Síntesis de diversas fuentes sobre movimiento expresionista
El expresionismo, como movimiento plástico, surge como respuesta parcial a la “realismo superficial” del impresionismo. Deseaban “mirar detrás de la apariencia de las cosas”. Esta última frase se puede analizar en el contexto histórico: una respuesta a los cambios revolucionarios que se sucedieron a partir de 1900 (inventos en el ámbito técnico e industrial así como nuevos conocimientos en ciencias humanísticas y naturales); una respuesta a la cara oculta de la modernización (alineación, aislamiento, masificación). Esta búsqueda del “arte nuevo para el nuevo mundo” da lugar a cuadros cargados de emoción debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. (1). El expresionismo “se entiende como una acentuación o deformación de la realidad para conseguir expresar adecuadamente los valores que se pretende poner en evidencia”. (2)
El expresionismo también se desarrolló en el teatro, explorando los aspectos más violentos y grotescos de la mente humana, creando un mundo de pesadilla sobre el escenario. Desde un punto de vista escénico, se caracteriza por la distorsión, la exageración y por un uso sugerente de la luz y la sombra. (3).
En la danza expresionista, los principales exponentes fueron Rudolf Laban, Kurt Joos y Mary Wigman. Mary Wigman nació en hannover en 1886 y murito en Berlín en 1973. Comienza su carrera de bailarina a los 29 años durante la primera guerra mundial. Para ella “su vida no es más que una espera , su poder creador yugulado por la inseguridad de un futuro impredecible”. Si bien aprende con Dalcrose (con quien discrepa respecto del sometimiento de la danza a la música) y con Laban, se independiza pronto, siempre abierta a las nuevas propuestas, las que “somete a su poder y traduce mediante su danza”. Si bien “no utiliza una técnica expresionista para crear, será la única artista que ilustra por medio de la danza esta corriente estética”. Cultiva lo grotesco, lo trágico, lo demoniaco; usa su cuerpo libremente, la cabeza inclinada, los hombros caídos y la espalda encorvada, cargada de gestos. En palabras de Wigman “la danza es la comunicación hecha por el hombre a la humanidad en un lenguaje situado por encima de lo cotidiano”. El lenguaje desarrollado por Wigman “ es una traducción gestual de sus propios sentimientos” (4)
Hasta ahora he publicado una serie de reflexiones y artículos respecto del uso del rostro en la danza. Me he dado cuenta que he caído en errores, como asociar de antemano una naturaleza emocional e interna al uso del rostro, y, además, he hecho esto sinónimo de verdad escénica. Creo que hay por lo menos dos temas aquí. Primero, como resultado de mi investigación creo que el uso del rostro es independiente de la emoción. Puede ser bien mecánico, bien no, dependiendo de la filosofía de quien lo trabaja. Segundo, el tema de la verdad escénica es mucho más amplio y complicado, y creo que no es adecuado resumirlo o acotarlo solo a la motivación con la que se usa el rostro.
El expresionismo, como movimiento plástico, surge como respuesta parcial a la “realismo superficial” del impresionismo. Deseaban “mirar detrás de la apariencia de las cosas”. Esta última frase se puede analizar en el contexto histórico: una respuesta a los cambios revolucionarios que se sucedieron a partir de 1900 (inventos en el ámbito técnico e industrial así como nuevos conocimientos en ciencias humanísticas y naturales); una respuesta a la cara oculta de la modernización (alineación, aislamiento, masificación). Esta búsqueda del “arte nuevo para el nuevo mundo” da lugar a cuadros cargados de emoción debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. (1). El expresionismo “se entiende como una acentuación o deformación de la realidad para conseguir expresar adecuadamente los valores que se pretende poner en evidencia”. (2)
El expresionismo también se desarrolló en el teatro, explorando los aspectos más violentos y grotescos de la mente humana, creando un mundo de pesadilla sobre el escenario. Desde un punto de vista escénico, se caracteriza por la distorsión, la exageración y por un uso sugerente de la luz y la sombra. (3).
En la danza expresionista, los principales exponentes fueron Rudolf Laban, Kurt Joos y Mary Wigman. Mary Wigman nació en hannover en 1886 y murito en Berlín en 1973. Comienza su carrera de bailarina a los 29 años durante la primera guerra mundial. Para ella “su vida no es más que una espera , su poder creador yugulado por la inseguridad de un futuro impredecible”. Si bien aprende con Dalcrose (con quien discrepa respecto del sometimiento de la danza a la música) y con Laban, se independiza pronto, siempre abierta a las nuevas propuestas, las que “somete a su poder y traduce mediante su danza”. Si bien “no utiliza una técnica expresionista para crear, será la única artista que ilustra por medio de la danza esta corriente estética”. Cultiva lo grotesco, lo trágico, lo demoniaco; usa su cuerpo libremente, la cabeza inclinada, los hombros caídos y la espalda encorvada, cargada de gestos. En palabras de Wigman “la danza es la comunicación hecha por el hombre a la humanidad en un lenguaje situado por encima de lo cotidiano”. El lenguaje desarrollado por Wigman “ es una traducción gestual de sus propios sentimientos” (4)
Hasta ahora he publicado una serie de reflexiones y artículos respecto del uso del rostro en la danza. Me he dado cuenta que he caído en errores, como asociar de antemano una naturaleza emocional e interna al uso del rostro, y, además, he hecho esto sinónimo de verdad escénica. Creo que hay por lo menos dos temas aquí. Primero, como resultado de mi investigación creo que el uso del rostro es independiente de la emoción. Puede ser bien mecánico, bien no, dependiendo de la filosofía de quien lo trabaja. Segundo, el tema de la verdad escénica es mucho más amplio y complicado, y creo que no es adecuado resumirlo o acotarlo solo a la motivación con la que se usa el rostro.
Referencias:
- Historia de la pintura, del renacimiento a nuestros días. Taschen.
- Expresionismo en http://es.wikipedia.org/wiki/Expresionismo
- Teatro alemán en http://www.teatro.meti2.com.ar/historiauniversal/culturasteatrales/teatroaleman/teatroaleman.htm
- Jacqes Baril. La danza moderna. Paidos